Cuando el juego deja de ser divertido: El abandono del deporte en la adolescencia

Cuando el juego deja de ser divertido: El abandono del deporte en la adolescencia

¿Por qué los adolescentes abandonan el deporte a los 13 años?

Nuestra gran amiga y psicologa Rosmary Sánchez (en Instagram como @mipsicomama)  ha publicado un Reel respecto a este tema que nos generó gran inquietud. Hemos investigado un poco esta problemática y aquí están nuestras conclusiones.

Muchos padres y entrenadores se sorprenden al ver que, al llegar a la adolescencia, sus hijos o alumnos deciden dejar el deporte. Sin embargo, esta decisión no es repentina ni trivial. Según estudios, cerca del 70% de los jóvenes abandona el deporte organizado alrededor de los 13 años. Pero ¿por qué sucede esto? ¿Y qué podemos hacer al respecto?

El sistema no está diseñado para todos, solo para los “mejores”

A medida que los niños se acercan a la etapa de secundaria, el sistema deportivo juvenil comienza a enfocarse en los deportistas más competitivos. El ambiente se vuelve más exigente: más entrenamientos, más presión, más expectativas.
Para muchos adolescentes, especialmente aquellos que no aspiran a estar en un equipo “élite”, el deporte deja de ser divertido porque ya no está pensado para ellos.

La cultura actual suele asumir que quienes abandonan el deporte es porque “no iban a llegar lejos”, desmotivando a quienes solo quieren practicar por el gusto de hacerlo.

Demasiada presión, poco espacio para disfrutar

En nuestra sociedad, criar niños “exitosos” parece más importante que criar niños felices. Esta mentalidad se refleja también en el deporte:

  • Si no eres el mejor, tal vez no vale la pena seguir.

  • Si no ganas, “pierdes el tiempo”.

  • Si no destacas, mejor enfócate en otra cosa.

Esta lógica no solo se ve en el deporte. También ocurre en actividades como la música o el arte, donde si un niño no es “el número uno”, se le empuja a abandonar. Esta mentalidad de competencia constante puede ser aplastante, sobre todo en una etapa de la vida marcada por profundos cambios físicos y emocionales.

Foto para articulo Mi hijo quiere retirarse del deporte

Falta de juego, exceso de exigencias

Cuando se les pregunta a los jóvenes por qué dejaron el deporte, la respuesta más común es: “Ya no era divertido”. Pero ¿qué significa que algo deje de ser divertido?

Los estudios apuntan a factores como:

  • Poco tiempo de juego o poca participación durante la clase.

  • Demasiado entrenamiento enfocado en perfeccionar y poca variedad.

  • Relación negativa con el entrenador o compañeros.

  • Sentirse “no lo suficientemente buenos”.

Además, los adolescentes enfrentan una creciente necesidad de socializar fuera del deporte. El conflicto entre querer asistir a reuniones o fiestas y cumplir con las exigencias del equipo también los aleja del campo o el Dojo.

Padres bien intencionados… ¿Demasiado presentes o completamente ausentes?

Uno de los factores que influye en que muchos adolescentes abandonen el deporte es el comportamiento de sus padres, tanto por exceso como por falta de acompañamiento.

Por un lado, están los padres que se involucran en exceso. Graban cada competencia, ofrecen recompensas por los resultados, critican el desempeño, o saturan a sus hijos con campamentos y entrenamientos. Esta presión constante puede convertir el deporte en una fuente de ansiedad más que en una actividad saludable y formativa. El mensaje implícito es que solo vale la pena seguir si se gana, se destaca o se avanza a un nivel superior.

Pero en el otro extremo están los padres ausentes. Aquellos que nunca asisten a un entrenamiento, no conocen las reglas del deporte que practican sus hijos, no los apoyan para asistir a seminarios o torneos importantes, o simplemente no muestran interés. Esto también deja una huella emocional: el adolescente puede sentir que lo que hace no importa o que su esfuerzo pasa desapercibido. Sin un adulto que valore y acompañe su proceso, es más difícil encontrar motivación para continuar.

El equilibrio es clave. Los adolescentes necesitan saber que sus padres están presentes, no para exigir resultados, sino para compartir momentos, apoyar su crecimiento y disfrutar del camino con ellos.

¿Y qué podemos hacer?

La solución no está solo en cambiar los programas deportivos, sino en transformar la cultura que rodea al deporte infantil y juvenil. Algunas ideas clave:

  • Devolver el protagonismo al juego, no solo al rendimiento.

  • Crear espacios para que todos participen, no solo los que están destinados a ser grandes competidores.

  • Respetar los ritmos y decisiones de los adolescentes.

  • Enseñar que el valor de un niño no está en sus logros, sino en su proceso.

  • Priorizar la salud física, mental y emocional sobre el éxito competitivo.

Deportes en la adolescencia

En Jishin Dojo creemos que el deporte es para todos 

El karate, practicado en un ambiente positivo y formativo, puede ser una herramienta poderosa para que los adolescentes desarrollen autoconfianza, autocontrol y comunidad.

Nuestro compromiso es ofrecer un espacio donde los jóvenes se sientan bienvenidos, respetados y motivados a crecer — más allá del resultado.

Inscríbeta a una Clase de demostración en Unicentro de Occidente

Todo lo que siempre has deseado está un poco más allá del miedo.
— George Addair—